Las 20:45 y no encontramos taxi. Seguimos
en la esquina de al lado de casa, en la séptima con Greenwich Avenue. Vamos tarde
y todavía no hemos comprado la bebida. Esta noche tenemos una fiesta en casa de
Neto, Niccolo, Rafa y Leo. Entre los cuatro han alquilado el antiguo apartamento
de DiCaprio para el segundo año de máster. Por fin un taxi libre. De camino paramos
en Astor Wines, en Lafayette. Dudamos entre una botella de Atlántico (nos ha
dado noches memorables) o una de vodka. Nos decidimos por una de Grey Goose
(magnum).
Llegamos. La casa ya está llena. Justo al
entrar nos cruzamos con Marianne (la francesa que está con Leo). Recordamos
nuestro último viaje a Cerdeña a casa de Niccolo. Les dejo y voy a saludar a
Neto, me cuenta que su start-up tuvo muy buena acogida en SxSW.
Me sirvo el segundo vodka-tonic. Llega
Valentina con un vestido rojo. Creo que está con Rafa (le llamamos el príncipe,
porque lo parece). Me encuentro con Leo, me habla de Marianne y de que está
empezando un proyecto nuevo en París, de fintech. Debe ser la una de la madrugada. Voy a por más hielo a la cocina y coincido con Niccolo. Se está
haciendo un café, tiene cara de llevar una semana sin dormir. Me gusta su Rolex
Oyster con la esfera de nácar rosa. También está empezando un proyecto, una start-up
que permita hacer apuestas en los videojuegos online, o algo así. ¿Es que en esta
casa todo el mundo tiene su start-up? ¿Debería rechazar mi oferta y hacer algo
distinto? ¿Más creativo quizá? Vuelvo al comedor y me encuentro con Nico. No le
he visto en casi toda la noche, está hablando en francés con Mathilde. Habla castellano,
inglés, francés y alemán perfectamente, algo de portugués y algo de italiano.
Me fascina –alguna vez que hemos viajado juntos– verle bajar del avión y
cambiar de idioma en el control de aduanas. Le admiro por eso, entre otras
cosas. Yo, debería aprender más idiomas.
Después de media hora decidiendo a dónde
ir ¿Boom Boom Room? ¿Provocateur? ¿Lavo? ¿Jane Hotel?, salimos. Mientras
buscamos taxi por Tribeca, me detengo, respiro y aprecio el momento. Ésta será
una de esas noches que recordaré mucho tiempo.
La noche promete, porque no acabáis más que calentar je je. Espero haya segunda parte. Qué envidia sana me das!!
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