Soy más de

Hay momentos para todo, pero en la vida hay que tomar decisiones. Elegir. Blanco o negro. Esas decisiones nos definen. Y yo, me defino así:

Soy más de playa que de montaña, más del Sur que del Norte, más –mucho más– de Nueva York que de Londres.

Soy más de Montblanc que de Rolex, más de calidad que de cantidad, más de menos que de más.

Soy más de sobremesa que de discoteca, más de amigos que de conocidos, más de conversar que de bailar (aunque también bailo, como el que más).

Soy más de experiencias que de cosas, más de cine que de teatro, más de Four Seasons que de hostal.

Soy más de barra que de mesa, más de blanco que de tinto, más de carne (poco hecha), de sushi o de tartar.

Soy más de extremos que de grises, más de luchar que de rendirme, más de arriesgar que de sofá.

Soy más de celebrar que de dejar pasar, más de ahora que de mañana, más de pedal a fondo que de medio gas.

Así soy.