Muchos me habéis preguntado cómo llegar a la City. Hay algunos
requisitos que te ponen –lo que los ingleses llaman– "el pie en la puerta":
dónde has estudiado, dónde has trabajado, etc. Pero una vez allí, sigue
habiendo cientos de candidatos válidos y lo que realmente marca la diferencia
es la actitud.
En realidad son pequeños detalles, muy sencillos, pero que casi
nadie hace.
A los eventos a los que asistí como empleado, coordinando –en
algunos casos– el proceso de selección, siempre decía a todos los candidatos lo
mismo: “Preocúpate de enviar un email para que recuerden tu nombre, ve a
conocer a las personas con las que vas a trabajar más de 12 horas al día”. En
resumen, muestra interés.
Pues bien, en los eventos siempre había más de 50 personas, pero
nunca se recibían más de 4 o 5 emails de follow-up.
Y aún menos, alguien nos pedía tomar un café para saber más del trabajo al que
iba a dedicarse en cuerpo y alma los próximos años de su vida.
Eso sí, currículums se recibían cientos.
El último Summer Associate
que contratamos fue un chico que, sin tener el mejor currículum, mostró más
interés y superó no sólo las entrevistas y requisitos técnicos, sino también gustó
como persona a todos los que le conocimos (lo que sería de algún modo el “test
del aeropuerto”).
Si lo piensas bien, éste es el mismo criterio que se usa para
todo en la vida: pareja, amigos… gente con la que te gusta estar incluso en la
peor de las situaciones (por ejemplo atrapado en un aeropuerto). Así que
procura ser una persona con la que sería interesante, o al menos agradable,
estar en cualquier situación. Y si quieres llegar a la City, ¡muestra interés!
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