viernes, 18 de septiembre de 2015

Dos días en Ibiza

Me despierta el avión al tocar tierra. Son las tres de la tarde y acabamos de aterrizar en Ibiza.

Voy directo a recoger el coche de alquiler. Alquilo Hertz, los hay más baratos pero no están en la terminal del aeropuerto y el engorro no vale la pena.

Cenamos en Sunset Ashram, temprano para ver la puesta de sol. No recuerdo qué comimos, sólo recuerdo las vistas.

Una foto publicada por Javier Caballero (@javi_cab) el


Al día siguiente, me levanto pronto para nadar en Cala Llonga. Al rato aparece mi chica y nos vamos a comer a Amante.

En el coche, por carreteras en las que parece que te has perdido, suena Reality de Lost Frequencies.

“I can fly high,
I can go long.
Today I got a million,
tomorrow, I don't know.”

Y en ese momento siento algo especial. Sonrío. Hay viajes que tienen una canción y éste es uno de ellos.

Llegamos a Amante, al entrar las vistas impresionan. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí vale más que diez mil.



El de la mesa de al lado –a mi derecha– lleva un Richard Mille. Está lejos pero creo que es un RM 011 Flyback Chronograph Black Phantom.

Comemos arroz negro y rodaballo. Tomamos café. Y después, más vino blanco. Alargamos la sobremesa hasta que nos tenemos que marchar o no llegaremos a nuestra reserva para la cena.

Llegamos a Lío. Justo al empezar el espectáculo llega la cena, compartimos una trilogía de tartar y un risotto con trufa. De principal pido Gallo de San Pedro. Para beber un Riesling.

Caro, pero hay que gastar más en experiencias que en cosas, ¿no?

Me levanto tarde y con resaca. Antes de coger el avión (si puedo, me gusta volar a la hora de comer para evitar madrugones innecesarios) pasamos por Passion Café a por la comida. Desde que probé sus batidos de proteínas, mi batido post-entreno no ha vuelto a ser el mismo.

Vamos en el coche de camino al aeropuerto. Aquellas vistas grabadas a fuego en mi retina. Y vuelve a sonar la canción.



2 comentarios:

  1. Me alegro que lo disfrutases. He estado una vez en ibiza, y no sabía que existía el restaurante Amante. He visto la web y es impresionante, excepto la carta de vinos. Para mi escasa.
    Un saludo Javi

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    1. Gracias Corcha. La verdad que el sitio no destacó por la carta pero las vistas y el ambiente hace que sea una experiencia totalmente recomendable.

      Vamos a tener que hablar más de vinos tú y yo ;)

      Un saludo.

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