Nueva York, 15 de
Septiembre de 2010. 10:25 de la mañana. Estoy hablando con varios compañeros en
el cambio de clase (entre Strategy y Finance). Uno del grupo está de pie, muy
tieso, con las manos cruzadas a la espalda. Una postura que me llama la atención,
rara.
Luego descubrí
que esa es una de las posiciones de descanso en el ejército y que los cinco
años anteriores al Máster los había pasado como capitán de los Marines en
Afganistán e Iraq.
...
Algo así como un año después, una tarde de Septiembre de 2011. Estaba
en clase, esperando a que llegara el profesor para empezar una de mis primeras optativas
en NYU. Mientras tanto, estaba consultando cómo usar los puntos Iberia de la
manera más rentable.
Cuando entró el profesor, durante su introducción, la gente no se
callaba y a mí me costaba levantar la vista del iPad.
Resultó que aquel profesor era Michael Spence, Premio Nobel de
Economía y la asignatura era Growth in
the Developing World and the Global Economy, una de las más interesantes
del Máster.
...
Tres años
después, en verano de 2014, me llega un WhatsApp. Aquellos 3 compañeros de
clase que empezaron una start-up durante el Máster (uno incluso dejó el Máster
a medias) la han vendido a Twitter por 100 millones de dólares.
...
Y yo que me creía
guay.
Pero es que por muy
grandes que sean tus logros, por muy importante que sea tu proyecto, por muy
listo que seas (o te creas) siempre hay alguien –en alguna parte– que te supera.
Así que cuidado
con a quién miras por encima del hombro (o a quién criticas) porque –quizás– te
pueden dar una lección.
Enorme!
ResponderEliminarExcelente post!! :-)
ResponderEliminarNo quiero crear polémica... pero me da que los que decís "excelente post" lo estáis leyendo desde el punto de vista de los criticados, y no de los criticones..
ResponderEliminarAle, ya podéis criticar :-)
Y sí, ¡excelente artículo!